Una parábola de Chuang Tzu


Yo no leo libros de Autoayuda, creo que no los necesito. Pero a mi alrededor se ha convertido en la afición de algunos amigos/as. Por mi parte comparto la idea que expuso hace poco Fernando Sabater sobre la diferencia entre los libros de autoayuda y los de filosofía, ésta radica en que unos tratan de sacar de la duda a las personas, mientras que los otros precisamente lo que buscan es crear esa duda. A mi lo segundo me apasiona más que lo primero.

Todo esto viene a colación debido a que el otro dia eche un vistazo a uno de esos libros que tenía una amiga. Soló leí una pequeña historia, pero me gusto tanto que la voy a reproducir aquí. Se trata de una parábola de un antiguo maestro budista, Chuang Tzú, que aparecía en la introducción a un capítulo de un libro de OSHO (www.osho.com) llamado «Intimidad». La historia es ésta:

«Erase una vez un hombre a quien le alteraba tanto ver su propia sombra y le disgustaban tanto sus propias pisadas que decidió librarse de ellos.

Se le ocurrió un método: HUIR. Así que se levantó y echó a correr, pero cada vez que ponía un pie en el suelo había otra pisada, mientras que su sombra le alcanzaba sin la menor dificultad.

Atribuyó el fracaso al hecho de no correr suficientemente deprisa. Corrió más y más rápido, sin parar, hasta caer muerto.

No comprendió que simplemente con ponerse en un lugar sombreado, su sombra se desvanecería, y que si se sentaba y se quedaba inmóvil, no habría más pisadas«

PD: Dedicado a todos aquellos que huyen de sí mismos.

5 comentarios en “Una parábola de Chuang Tzu

  1. Pingback: DESPERTANDO EL ALMA. HUÍR DE SÍ MISMO. Profesor. Arsenio González. Reflexiónes. Venezuela. | LA PROTESTA MILITAR 3

  2. claro q tiene sentido tu comentario. Pero creo que cuantas más expectativas se crea uno sobre sí mismo la sombra se vuelve más extensa.suerte para tu examen, y recuerda que su resultado no va a alterar tu forma de ser, gracias a Dios 🙂

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